miércoles, 21 de diciembre de 2016

Con todo, ¿Qué he de hacer?

No acepto mi destino si no soy yo quien lo impone. Pero la vida, dulce, aunque envidiosa, llena de dudas el saco de mi alma.
Como un cristal poderoso puedo ver a través del espejo de mi espíritu, mas no logro quebrantarlo.
Acuño, en lo más profundo de mi oscuro ser, ideas nocivas que no hacen mas que detenerse a cortar las venas de mi corazón, y lo que una vez fue la luz del sol sobre un gran lago de plata, es hoy solo un pequeño charco lleno del lodo del ayer.
Pero esto no es el fin, sino solo una cuenta atrás; y como un fénix de negro rubí, me levantaré y desafiaré a la luna, que escuálida y sempiterna me observa desde lo que una vez fue el objetivo de mis rimas y hoy en un mar de penas.
¿Qué quieres que haga? Vete, y déjame en mi oscuridad, que si yo mismo la cree, yo mismo la iluminaré.

Diegö Alberto Araya Rodríguez.


No hay comentarios:

Publicar un comentario