sábado, 12 de noviembre de 2016

Carta de un suicida empedernido

Hoy yo solo quería perder el tiempo. ¿Qué se suponía que hiciera? Yo no sirvo para nada.
Débil, endeble hasta el fondo de mi alma. Ni siquiera puedo expresarme bien en público, ¿Cómo se supone que logre hacer que alguien me quiera?
Estoy solo. Tal como tú. Hoy que lees esto (si es que alguien lee lo que escribo), ¿Te sientes solo? Ese no es mi objetivo... Porque la verdad todos mis objetivos han sido en vano.
¿Qué tan deprimente puede ser un escrito? Yo no quiero eso. Te quiero a ti.
Pero con esta breve carta ya no sé qué sentirás al leerme, sabiendo que mientras lees esto, mientras lo haces, yo ya no estaré aquí, y sin embargo, mis últimas letras, decidí que fueran para vos.

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